
Originario del mayor país productor de café del mundo, el café brasileño desafía cualquier clasificación sencilla: el país produce desde cafés de menor calidad hasta los cafés especiales más exquisitos. Después de Estados Unidos, Brasil también ocupa el segundo lugar en consumo de café a nivel mundial.
La historia
Tras la llegada de los primeros granos de café a Brasil en 1727, gracias a las intrigas del sargento portugués Francisco de Mello Palheta, el café se convirtió rápidamente en el primer y más exitoso producto de exportación exclusivo de Brasil. Lo que inicialmente estaba destinado solo al consumo interno se transformó en un importante éxito de exportación durante la grave crisis que azotó a Haití, por entonces el mayor productor de café del mundo.
A finales del siglo XIX, el café era, con diferencia, el factor económico más importante del país: aproximadamente el 75 % de la producción mundial provenía de Brasil. Entonces, como ahora, el 98 % del café proviene de los cuatro estados de São Paulo, Espírito Santo, Minas Gerais y Paraná. Dado que el cultivo de café creció sin inversión extranjera, sentó las bases para el desarrollo económico de Brasil en los siglos posteriores.
En la actualidad, la producción de café representa solo alrededor del 10% del producto interno bruto de Brasil, habiendo sido superada por otros productos básicos como el hierro y la soja. Sin embargo, más de 3,5 millones de personas trabajan en la cadena de suministro del café brasileño, y el país conserva una rica cultura cafetera con numerosas especialidades únicas.

Las características del café brasileño
En las extensas montañas y tierras altas de Brasil se cultivan principalmente diversas variedades de Arábica, aunque también algunas de Robusta. Como quinto país más grande del mundo, Brasil ofrece una amplia gama de condiciones de cultivo para las plantas de café, desde las selvas tropicales húmedas de las tierras bajas del Amazonas hasta bosques de montaña, estepas y playas paradisíacas.
Esto significa que incluso granos de la misma variedad pueden tener un sabor diferente según la región donde se cosecharon. En el sureste del país, se cultivan desde hace varios años variedades de Bourbon recientemente descubiertas. Gracias a su suave y delicado sabor especiado y sus sutiles aromas a vainilla, estos granos son particularmente populares. Los granos cultivados en la costa este a veces presentan ligeros aromas a agua de mar, una característica especialmente apreciada en Europa del Este. El café brasileño se considera generalmente suave y de baja acidez.
Brasil, país problemático
La ya gigantesca escala del cultivo de café en Brasil no solo tuvo efectos positivos. Hasta 1888, casi todas las plantaciones eran trabajadas por africanos esclavizados, e incluso después de la abolición oficial de la esclavitud, las condiciones laborales mejoraron muy lentamente.
Hoy en día, la población brasileña se enfrenta principalmente a las consecuencias del uso masivo de pesticidas y fertilizantes. Sin estos aditivos químicos, los numerosos monocultivos no serían rentables. Si bien los productos químicos peligrosos se degradan durante el proceso de tostado, el singular medio ambiente brasileño y los trabajadores, que con demasiada frecuencia siguen padeciendo cáncer, continúan sufriendo las consecuencias.
Si bien Brasil está progresando y cada vez surgen más pequeñas iniciativas que intentan respetar el medio ambiente y la naturaleza, la lucha contra las grandes empresas cafeteras como Tchibo, Kraft y Nestlé sigue siendo difícil.

